La oración es la respuesta a un llamado. Dios nos llamó a la existencia y nos conoce incluso antes de que estuviéramos en el vientre materno, en el bautismo nos recibió como hijos suyos, pero nosotros no le conocemos lo suficiente y nuestro corazón en ocasiones va detrás de otros dioses. Debemos hacer un camino de conversión de nuestro corazón a Dios, para que nuestra existencia se transforme en vida al reconocernos en la mirada de Dios que nos ama con ternura. Él espera una respuesta a su amor, pero no sabremos responder si antes no le conocemos de verdad.
La oración es un ejercicio de escucha del corazón. Y en esta obra del padre Jacques Philippe se ofrece un breve y sencillo programa para revitalizar la vida a partir del encuentro con Dios, porque estar con Él y caminar a su lado para vivir plenamente es posible, más aun, es indispensable.
"Orar es pasar gratuitamente el tiempo con Dios, por la alegría de estar juntos. Es amar, porque dar nuestro tiempo es dar nuestra vida, la oración nos hace libres, el encuentro amoroso con Dios transforma la vida, porque le restituye el centro de nuestras vidas y entonces todo toma su lugar adecuado".