Descripción: El amor misericordioso de Dios en San Agustín nos recuerda que el ser humano tiende a confiar en sus propias fuerzas, presumiendo ufanamente de sus capacidades, situación que nos puede conducir al pecado y a la divición. Santos y pecadores necesitamos encontrarnos con la mirada de amor y misericordia de Jesús que nos encara en nuestro propio pecado y rememora a traicion al amor y al efecto de Jesús, nuestro amigo y maestro....