Carta apostólica en forma de "motu proprio", del Papa Francisco con la que se instituye el Ministerio del Catequista.
Con este Motu proprio, se propone fortalecer el perfil catequético en la Iglesia no haciéndolo derivar del ministerio de la jerarquía, sino orientándolo hacia ella. Esto se expresa en su argumentación teológica y en la recién creada institución del ministerio del catequista. En el nuevo Motu proprio se pueden identificar tres aspectos en particular, esbozados en el marco de una vocación autónoma para convertirse en catequista y serlo:
1.- El ministerio del catequista se opone a una clericalización de los laicos y a una laicización del clero.
2.- El ministerio del catequista se desarrolla en una espiritualidad comunitaria y en una espiritualidad de la oración
3.- El ministerio del catequista es un servicio que se adquiere con una formación específica y sólida.