Descripción: Este comentario al Evangelio diario contempla el momento del año litúrgico, que es la distribución del tiempo anual como celebración progresiva en la Iglesia, de todo el ministerio de la redención de Cristo.
El autor aprovecha la finalidad catequística del año litúrgico, a modo de repaso pedagógico de los misterios de Cristo, pero sin olvidar que no se trata de una idea, sino de una persona: Jesucristo en su ministerio redentor, que la Iglesia celebra como memoria, presencia, gracia y profecía.
El propósito de este comentario es ser útil al creyente en su lectura y su estudio personalizado de la Palabra de Dios, para que aproveche la riqueza exegética de la tradición eclesial y la hermenéutica actual, y pueda apoyar sus fines primordiales: presentar con atracción los misterios de la salvación, impulsar la acogida del reino de los cielos, recordar la necesidad permanente de la conversión cristiana, animar a una vida de santidad, urgir a una más plena vida eclesial en esperanza y en amor caritativo, motivar a que cada día seamos mejores ciudadanos del cielo y de la tierra, auténticos discípulos misioneros ministeriales.