Esta medalla no sólo simboliza la presencia de nuestra Madre, sino que nos acerca a Jesús, nuestro hermano mayor. Es probable que una intención particular sea la que te movilice, ya sea un pedido o un “gracias”; en todos los casos es una oportunidad para abrirle la puerta a la Virgen, quien siempre nos está invitando a su abrazo maternal. ¡Que disfrutes de ese encuentro!