La oración es la respiración de nuestra alma, por eso la necesitamos. Jesus mismo nos puso el ejemplo, pues se dice en el Evangelio que se retiraba con frecuencia a lugares solitarios para rezar, en especial antes de tomar decisiones importantes.
Por ello nos recuerda: “Yo no te amo porque seas bueno o sabio, tampoco por lo que sabes hacer o por lo mucho o poco que tienes. Yo te amo sin condiciones, gratuitamente, sólo porque eres mi hijo muy amado. Te quiero con amor de Dios". Jesús Sacramentado te invita a platicar con Él para colmarte de gracias.
En esta obra, el mayor espacio lo ocupa la voz de Jesucristo, tomada de los evangelios. Ah encontramos curaciones a los enfermos, pero también parábolas y discursos. Dialoga con Cristo Sacramentado en momentos de enfermedad, arrepentimiento, depresión o desánimo, luto por un ser querido, problemas económicos o de trabajo, necesidades familiares, agradecimiento por sus innumerables beneficios, etcétera.
Haz que la experiencia de escuchar y platicar con Jesús sea valiosa, pues Él nos prometió: “Vengan a mí todos losque están cansados y agobiados por la carga, y Yo los aliviaré”(Mt 11,28).