Por ser el Matrimonio una realidad de la creación, restituida por Cristo al ideal de lo que Dios quiso para el hombre y la mujer desde el origen, es normal que influyan en su celebración la cultura local, las costumbres, e incluso los ritos y plegarias tradicionales de la comunidad; de ahí que el Ritual para el matrimonio sea uno de los libros litúrgicos que admitan mayor grado de inculturación en el Ritual Romano.
Está aprobado por la Conferencia del Episcopado Mexicano y confirmado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (Roma).